Fachada contemplativa, luz fina, cristal transparente y madera abrazadora; son aquellos elementos que envuelven un entorno conformado por quiénes han imaginado el trazo que intercede las temperatura de la cálida y húmeda capital yucateca, para regalar la amplitud de una sombra que figura como la fuente de desahogo de los humanos que cruzan por el complejo arquitectónico que describiremos a continuación.

Algunas veces pensamos que la arquitectura y diseño de interiores tienen mayor importancia en la creación de espacios urbanos, sin embargo, si nos detenemos solamente por un momento y evaluamos cuáles son los lugares dónde pasamos la mayor parte de nuestros días y tardes, es inegable considerar que los espacios de vivienda consumen gran parte de nuestro tiempo disponible.
Altana, una pieza concretada por el arquitecto mexicano Luis Fernando García Ojeda, uno de los fundadores y actor clave de la firma de arquitectura OWN; se extiende a través del húmedo ambiente de Mérida bajo la premisa de ensamblar distintos materiales que provocan la presencia micro-climática perfecta para brindar un ambiente neutro, sobrio y acondicionado a las necesidades de quiénes pasarán gran parte de sus tardes entre dichos muros.

¿Qué significan las siglas OWN? One With Nature. Los jóvenes arquitectos han intentado mantener intacta esta ideología, todo desde la protección de los lineamientos del aspecto visual y conceptual de sus obras. Altana no es la excepción, ya que la intención de prolongar una fachada aparentemente rudimentaria, permite a la obra compartir una apreciación poco invasiva y casi que homógenea a la vegetación que se ha integrado al exterior del complejo.

Los estándares del proyecto se basan en la filosofía alemana de arquitectura pasiva, una corriente vanguardista que intenta incrementar la eficiencia y reducir el uso de los recursos y energía que envuelven el funcionamiento del edificio.
El desarrollo de la obra se manifiesta en dos niveles desfasados, los cuales generan un área de doble altura para las secciones de la sala y comedor, a su vez permitiendo colocar dos vehículos bajo techo. La fachada frontal se ha orientado al franco norte, para atrapar la mayor cantidad de luz del sol y el viento fresco predominante de la zona, ocasionando la obtención paralela de iluminación y refigeración natural.

En la cara sur, se diseñaron y fabricaron piezas auténticas de concreto, como la fachada agujerada o ventilada, para disminuir la entrada de los rayos provenientes del cielo, provocando un ambiente interno más frío y aclimatado. Los principales materiales o elementos utilizados en casi toda la extensión de la obra fueron la madera, el acero, el concreto y el cristal, creando una imagen inquebrantable de elegancia y relajación.


